miércoles, 22 de mayo de 2019

COMENTARIO SONETO QUEVEDO - 29

En este soneto de Francisco de Quevedo perteneciente al Siglo de Oro, nos habla sobre el amor que siente sobre su amada tras su muerte.

En el primer cuarteto del soneto el autor comienza con un hiperbatón (Cerrar podrá mis ojos la postrera) para dar enfasis al verso y hacernos pensar y ponernos en su lugar y ver el gran tormento que está viviendo. Además aplica una personificación en el mismo verso para darnos a entender el gran pesar que siente. También Quevedo utiliza el sustantivo (ojos) en forma de metonimia para referirse a la vida. Añade también una metáfora (postrera) refiriendose a la muerte. En el siguiente verso comienza con una gran metáfora (sombra) refiriendose a la muerte pero de una manera más sutil, ya que para muchas personas la palabra muerte es una palabra tabú. Al final de este verso aparece un epíteto (blanco día) comparandolo con el día de la resurrecición y a la vez formando una metáfora de contradicción entre la muerte y la vida.

En el tercer verso Quevedo también utiliza una personificación (y podrá desatar esta alma mía) para expresar el gran amor que siente por su amada ya no hayada en vida. Incluso interpreta un verbo en infinitivo (desatar) refiriendose a la liberación del cuerpo. A continuación en el siguiente verso el autor nos expresa con ansia lo enamorado que sigue estando de la dama (a su afán ansioso) y finalmente un adjetivo (lisonjera) que nos lo trasmite a través de la muerte siendo definida como alegre y positiva, ya que aunque su amada haya fallecido él la seguirá amando por el resto de sus días y que al fin y al cabo nunca tuvo el sufiente valor para poder expresarle aquel nivel de enamoramiento que sentía cada vez que la veía, así que de alguna menera su muerte ha sido un alivio para él, ya que no tiene que lidiar con observarla sin conseguir ninguna respuesta.

En todo este primer cuarteto Quevedo nos expresa sus sentimientos hacia su amada.

Dentro del segundo cuarteto en el primer verso el autor hace una referencia mitológica al río a través de la palabra (ribera). En el segundo verso nos da una gran filosofía de la vida a través de una metáfora (memoria en donde ardia) enseñándonos que la vida no es tan fácil como parece y que en momentos te pone obstáculos que tienes que ir superando y poco a poco ir haciéndote más fuerte. A continuación en el tercer verso comienza con una clara personificación (nadar sabe mi llama) expresándonos las cosas que ha tenido que pasar a lo largo de su vida. Incluso al final de este verso el autor se contradice con la última palabra del verso anterior (ardía) con la última de este (fría) haciéndonos ver los diferentes estados de ánimo que le han sucedido por los variados sentimientos que le corrían por el cuerpo, las cuales forman en conjunto una metáfora. Y finalmente en el último verso del cuarteto reitera una nueva personificación (y perder el respeto) la cual la utiliza para explicarnos las decepciones inesperadas que te puedes llevar en la vida. Y al final del verso nos transmite que la muerte hace que olvides el mundo (ley severa).

En todo este cuarteto al igual que en el primero se reitera a explicarnos los fuertes sentimientos que sentia y siente tras la muerte de su amada.

En general estos dos cuartetos la palabra más significativa es la plabra (llama) la cual nos transmite el fuego intenso y todavía duradero que siente Quevedo.

En el primer terceto comienza endiosando a la dama (todo un Dios) y formando así también con todo el verso en conjunto una metáfora de la vida. En el segundo verso utiliza la palabra (fuego) creando un campo semántico con palabras ya vistas anteriormente como (llama, arder, ceniza…). En el tercer verso (médulas que han gloriosamente ardido) nos expresa que el amor llegaba hasta lo más profundo de el (del) hueso, siendo así una metáfora.

En todo este terceto el autor aplica una gradación ascendente alma- venas- médula

En el segundo terceto el autor lo relaciona bastante con el primer terceto.

El primer verso de este terceto con el primero del otro, en el cual habla de la amada (su) y de la muerte de ella. También relaciona el segundo verso de este con el terceto anterior, en el cual utiliza la palabra (ceniza) para referirse a la muerte, ya que como he dicho antes esta palabra es una palabra tabú que intentamos evitar constantemente. Además en este verso se aplica una metáfora de la vida con vena y de el fuego con la ceniza. Y finalmente el tercer verso de este lo relaciona con el tercero del primer terceto, en el cual la palabra (polvo) la utiliza como una metonimía de cadáver ya que cualquier palabra que se acerque o se relaccione con la muerte, siempre se intenta evitar.

Y finalmente en este terceto el autor emplea una gradación descendente entre cuerpo- ceniza- polvo.

A diferencia de que en los dos primer cuartetos el autor se centró más en explicar sus sentimientos hacia la amada, en estos dos tercetos se centra más en la parte mística y un poco más física.

Y en general el amor no sólo da sentido a la vida, también da sentido a la muerte y eso es lo que principalmente el autor nos quiere transmitir desde su propia experiencia.

1 comentario:

  1. Un buen trabajo: te has sentado, le has dedicado tiempo, tranquilidad, creatividad, imaginación... y, quitando alguna falta de ortografía y algún signo de puntuación que falta, está bien redactado. A veces tienes estas cosas... que te luces. ¿Seguiremos asi? Yo deseo que sí... (10)

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