miércoles, 22 de mayo de 2019

COMENTARIO SONETO QUEVEDO - 2

Este poema de Quevedo, Cerrar podrá mis ojos la postrera, trata sobre el poder de superación que tiene el amor sobre la muerte, hablando constantemente de la cercanía de la misma.

En el primer cuarteto comienza hablando de la muerte con dos metáforas, se refiere a ella como la “postrera sombra” y a su vez a la acción que esta conlleva con la expresión “cerrar podrá mis ojos”; hace uso de una metonimia en “mis ojos”, se está refiriendo a su vida, la cual se llevará la muerte cuando llegue su momento. También hace una personificación de la muerte con el verbo “podrá” el cual usa de manera repetida en el primer y tercer verso, habla de la liberación que esta permite del alma, que abandona su cuerpo, por lo que se refiere a la muerte de una manera positiva y como algo “lisonjero”, esto se ve también en la manera empleada para referirse al día de la muerte en el final del segundo verso “blanco día”, lo cual como podemos observar contiene un epíteto para mostrar que esto es el paso a la vida eterna. En este cuarteto Quevedo emplea el hipérbaton y lo hace para mostrar desorden, esto es algo típico del Barroco debido a la situación caótica y decadente que se daba en España en esa época. Relaciona también todo el sentido del cuarteto con el amor, que forma parte del tema de la obra... por algo será lisonjera la muerte...

Comienza el segundo cuarteto de manera opuesta “mas no…”, hablando de la vida; menciona una “ribera”, la cual logra una metáfora entre la vida y un río, un río que transcurre y él dejara atrás, pero llevándose consigo su “memoria en donde ardía”, es decir, el recuerdo de su amor (referencia a la mitología...). El sujeto de esta estrofa es la “llama” que “nadar sabe en agua fría”, esto es una metáfora que representa el amor, que logra sobrevivir por encima de todo. A su vez provoca una antítesis con el verso anterior: “ardía” y “fría”; esto muestra que el amor es un fuego tan intenso que logra vencer hasta al agua fría que debería, por lógica, apagarlo, y que no tiene miedo a la muerte, a la que ahora se refiere mediante otra metáfora como “ley severa”.

Los dos últimos tercetos están muy relacionados entre sí; en el primer terceto habla del alma que decía tener encerrada en prisión (con lo que se está refiriendo a su vida). Podemos ver que hay una gradación ascendente en el comienzo de los tres versos: “alma”, “venas”, “medula”, que se complementa con los tres últimos versos del poema que se refieren a los del primer terceto respectivamente, pero esta vez en forma de gradación descendente: “cuerpo”, “ceniza”, “polvo”. En el último verso Quevedo hace uso de una anáfora, repitiendo “polvo”, que será en lo que él mismo se convierta tras su muerte, pero como dice al final del verso, “polvo enamorado” ya que su amor logrará vencer a la muerte y permanecer con él por siempre.

1 comentario:

  1. El comentario es correcto... si algún día te inspiras un poco más llegará a ser brillante... Lo puedes hacer muy bien, sigue esforzándote. (9)

    ResponderEliminar