miércoles, 22 de mayo de 2019

COMENTARIO SONETO QUEVEDO - 17

En este poema, el autor barroco Francisco de Quevedo expresa el tema de su obra "amor post mortem" apoyándose en los siguientes recursos.

El primer verso del poema se inicia con un hipérbaton “Cerrar podrá mis ojos la postrera…” (recurso muy utilizado en la escuela conceptista) y la palabra "cerrar" comienza el poema, dando énfasis a esta, con el doble sentido de que los ojos con la muerte no es lo único que se cierra, sino también una etapa, que es la vida. y una metáfora con la palabra "postrera" refiriéndose a lo último, al final, a la muerte, como ya he dicho. Y con "mis ojos" el autor hace uso de una metonimia. su vida a transcurrido a través de sus ojos, es por donde ha percibido toda su historia, los momentos que le han marcado y lo que son ahora sus recuerdos pero estos ahora se cierran. esta etapa se acaba.

El siguiente verso empieza con un encambalgamiento, Quevedo nos está hablando de la muerte, de su propia muerte (primera persona) "me llevare el blanco día" y genera con este recurso una sensación de nerviosismo al hablar, sin embargo en los dos siguientes versos trata este tema de una forma contrastada "afán ansioso lisonjera" como si de una liberación para su alma se tratase y no de algo malo como la mayoría de nosotros lo percibiríamos. ¿y por qué será? ¿No será por el amor? No olvides nunca el tema del poema... en ninguna estrofa...

Cabe a destacar también en este primer cuarteto la repetición del verbo en tercera persona del futuro que se repite en los versos 1 y 3 "podrá", y con la repetición de este consigue que en el lector se genere una idea que que algo que todavía no es posible, pueda ser alcanzado en breves mediante la liberación que conlleva terminar con la vida terrenal.

El segundo cuarteto se inicia con una referencia a la mitología "mas no de esotra parte en la ribera”. Con esto, nuestro autor pretende hacer referencia a la ribera en la que el barquero de Hades transporta las almas de los difuntos hasta la otra orilla. Con esta referencia da a entender que su amor es tan grande e inmortal que seguirá vivo aun no estándolo él.

En el sexto verso tenemos una elipsis del sujeto, que sigue siendo la muerte y, de nuevo en hipérbaton, nos dice que no dejará su amor en la otra orilla, utilizando la metonimia de memoria, “…dejará la memoria,…”. En estos versos podemos encontrar también un encabalgamiento “…dejará la memoria, en donde ardía…”. Una clara antítesis resalta también en este cuarteto, "ardía-fría" una antítesis como el amor mismo, como el ardor de la pasión y como el frío que puede suponer el desamor o incluso la separación. "nadar sabe mi llama", esta personificación ligada a su vez con la referencia mitológica ya citada en el primer ¿qué? genera vida a su llama (llama de amor= ignis amoris) atribuyéndola cualidades humanas que en este caso desafían inclusive a las propias leyes de la naturaleza “… perder el respeto…”, negándose así a permitirse el olvidar su amor y a su amada.

En los dos tercetos, Quevedo crea una estructura única e ingeniosa. El verso 9 va encadenado al 12, y no al que le sigue en la estructura métrica, y así todos, haciendo que los primero sean los sujetos y los predicados sean sin embargo los que versos que forman el último terceto. Además, en ambos existe una gradación descendiente; “alma-venas-médula”, “cuerpo-ceniza-polvo”.

Para finalizar el poema, el autor en los dos últimos versos de los tercetos, en la (los) que continúa la metáfora del fuego, ya que explica cómo su médula, la parte más inaccesible del cuerpo humano también está inundada de amor, “ardido” en este caso (ignis amoris) . Termina el soneto con una anáfora de “polvo” y “polvo enamorado”, que es a su vez otra metáfora de la muerte, en la que resume todo el soneto. Cenizas= restos de fuego, Polvo= restos de vida, pero sin embargo el amor en "enamorado" está completamente presente y nada podrá acabar con él.

1 comentario:

  1. Buen desarrollo, bien trabajado y bien pensado. Cuida un poquito más la redacción (vuelve a leer lo que has escrito, quizá corres más con la cabeza que con el bolígrafo) y, una vez más, la ortografía. ¡Ánimo! (9)

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