A continuación voy a realizar un comentario de
texto sobre un artículo periodístico de Juan José Millás, que fue publicado por
el periódico “El País” el 28 de mayo de 2004.
La subjetividad propia de un texto periodístico
de opinión, cuyo modo de elocución es argumentativo, se manifiesta en numerosas
ocasiones mediante elementos que expresan el punto de vista del emisor.
En primer lugar, aunque en el texto se usa de forma general la tercera
persona principalmente para informar y poder hacer afirmaciones o negaciones
categóricas, en varios momentos de la argumentación podemos encontrar una
personalización del discurso, especialmente en el primer párrafo. Un ejemplo de
ello es el uso de perífrasis verbales en primera persona del singular (“estoy
escribiendo”, línea 1) porque el autor quiere exponer su opinión, o cuando el
escritor emplea verbos (“utilizamos”, línea 7), determinantes (“nuestros”,
línea 8) y pronombres (“nosotros”, línea 7) en primera persona del plural
porque quiere incluirnos en su opinión, utilizando la generalización. De esta
manera da más evidencia a sus razonamientos, que parece que son la manera más
común e incluso lógica de pensar de toda la sociedad. Este proceso
generalizador resulta argumentativamente eficaz, en la mayoría de los casos.
No obstante, lo que consigue en este texto es
dirigirse a un grupo de lectores muy específico, a padres, ya que mediante
“nuestros hijos” (línea 8) y los ejemplos que le siguen, nos da a entender a
quién va destinado este texto porque generaliza que todos los leyentes tienen
hijos, por lo que hace que se puedan identificar con él y con el ejemplo. Sin
lugar a duda, la mayoría de personas interesadas en los textos de “El País” son
adultas, pero no todas ellas, y no todas son padres.
El autor emplea, a su vez, oraciones dubitativas
como “… pero me parece que llevar…” (línea 11) o “… y quizá un logopeda.” en la
que expresa una opinión o informa con duda , generando al lector motivos para
pensar si dichos enunciados son correctos. Utiliza también afirmaciones y
negaciones categóricas como “… no basta con elegir bien los sustantivos y los
adjetivos…” (línea 14) y “ Una oración bien construida es un cuerpo lleno de…”
(línea 16), en las que no da lugar a dudas sobre su punto de vista y el mensaje
que nos quiere transmitir. De la misma manera podemos encontrar diferentes
funciones de lenguaje: representativa porque informa sobre cómo se escribe
correctamente, expresiva porque nos expresa que no sabe mucho de fútbol,
poética porque expresa el mensaje con un lenguaje cuidado y un uso de recursos
retóricos que evocan belleza como por ejemplo la metáfora, apelativa porque
intenta influir, aconsejar o llamar la atención del lector para que actúe de
una forma determinada y por último metalingüística porque el tema principal del
texto es la lengua castellana y como para hablar se necesita una competencia
lingüística notable, explicando y desarrollando esto comparándolo con
estrategias de jugadas del deporte español más popular.
En el texto podemos hallar un uso de léxico
valorativo dado a que podemos encontrar varios campos semánticos: fútbol (balón,
portería, entrenador, Real Madrid, jugadores…), oraciones (compuesta, palabras,
subordinadas, punto, verbal, recursos gramaticales…), viviendas (casa,
edificio, arquitectónicas, rascacielos…) y cuerpo (huesecillo, rótula, pierna,
codo, brazo…). Por otro lado, podemos encontrar adjetivos con connotación
negativa como “… frase tan tonta…” (línea 5), o con connotación positiva como
“… excelentes sustantivos y adjetivos…” (líneas 20 y 21). El uso repetitivo de este al usarse para señalar
los fallos del Real Madrid y cómo escribir correctamente, crean una antítesis.
En este texto hay numerosos adjetivos
calificativos tanto clasificadores, descriptivos como valorativos. Un ejemplo
de un adjetivo clasificador sería “…recursos gramaticales…” (línea 6), un
ejemplo de adjetivos descriptivos sería “…oración compuesta” (línea 1), y un
ejemplo de adjetivos valorativos sería “…hermosa puerta…” (línea 22). Además
podemos encontrar tanto adjetivos especificativos, “…entrenador…extranjero…”
(líneas 18-19) , como explicativos “…competencia lingüística…”. Asimismo, en este artículo se juega con los
valores y las funciones de los adjetivos para tanto embellecer el texto como
para transmitir mejor el punto de vista del escritor, usando esta técnica a su
favor. Podemos hallar epítetos contextuales, como mencionado en el ejemplo
anterior “… excelentes sustantivos y adjetivos…” (líneas 20 y 21), en la que el
autor expresa la interpretación que tienen ciertos elementos y sus “claras”
cualidades, que aun siendo subjetivas son comúnmente reconocidas por todo el
mundo, según el autor, por lo tanto las convierte en objetivas. Otras
funciones, son las que se da a algunos adjetivos haciendo que sean atributos
como “…tan tonta es necesaria…” (línea 5), o cuando el adjetivo funciona como
complemento predicativo, en “ Tampoco estamos pendientes…” (línea 18), lo que
equivale a una descripción condensada y sirve para una rápida pintura de cualidades.
La actividad subjetiva es evidente en el uso de
recursos expresivos. Podemos encontrar una gran anáfora en el primer párrafo en
el que se repite la oración “Ahora mismo estoy escribiendo una oración
compuesta que tendrá dos o tres subordinadas en función de lo que quiera decir
o de lo que desee alargarme.”, para introducir el tema y enfatizar el tema del
artículo. Igualmente encontramos varios epítetos, como mencionado previamente, elipsis
como el sujeto en la primera línea “Ahora mismo estoy escribiendo…”para evitar
repeticiones innecesarias y aumentar la fluidez, símiles o comparaciones como
en la línea 15 “…esenciales como la rótula…”que consiste en comparar dos
términos para dar una idea eficaz de un elemento trasladando características de
uno a otro, e hipérboles como la usada en la línea 9 “…ponemos en pie todo un
edificio verbal con más complejidades
arquitectónicas y emocionales que un rascacielos.” que consiste en una
exageración para intensificar el mensaje y captar la atención.
No obstante, lo más destacable son las metáforas
que se usan para explicar la importancia de la competencia lingüística y cómo
la usamos tan habitualmente que ni somos conscientes de ellos. Las metáforas
principales son concretamente las siguientes: comparando las estrategias para
marcar goles en fútbol con el proceso de construcción de una oración compleja,
decir que las conjunciones son tan importantes como la rótula de la pierna o el
codo del brazo, y que las conjunciones para unas oración compuesta son necesarias
al decir que no te sirve de nada tener una hermosa puerta con su quicio, pero
sin bisagras.
Finalmente, en este texto nos encontramos un uso
especial de los signos de puntuación que expresan el punto de vista del emisor
que son las comillas, usadas en la tercera línea para subrayar varias palabras,
y paréntesis en la línea 13 “…es la frase ( o la jugada)…” para señalar que se
refiere a ambos elementos en el mismo enunciado.