miércoles, 22 de mayo de 2019

COMENTARIO SONETO QUEVEDO - 28

Nos encontramos ante un soneto de Francisco de Quevedo "polvo enamorado". Pertenece a la época literaria del Barroco, por lo que se aprecia una visión negativa del mundo y una actitud pesimista de la inevitable muerte ante la que presenta como única salvación: el amor. Para desarrollar el tema mencionado, el autor se dispone de los siguientes recursos.

Comienza el primer cuarteto con un remarcado hipérbaton, en el que la primera palabra del poema es "cerrar" con el fin de recordarnos, desde un principio, que la muerte siempre va a tener el poder sobre la vida y por lo tanto acabará con ella tarde o temprano. La acción de "cerrar podrá" la realiza la muerte que se encuentra a lo largo de las dos primeras estrofas como sujeto omitido del poema y a su vez de una forma personificada. En el primer verso también incluye una metonimia "mis ojos", se ve que tiene miedo a su muerte y por ello se refiere a su vida mostrando únicamente una parte de su rostro. El primer cuarteto está lleno de metáforas, todas ellas aludiendo a la muerte en diferentes formas incluso contraponiéndose, "cerrar los ojos" o morir; "postrera/ sombra" o el final, la muerte, empleando en este caso un encabalgamiento para volver a insinuar su temor a la muerte; "blanco día" o resurrección; "afán ansioso" o amar ; y "lisonjera" la muerte alegre. Todos estos recursos nos quieren decir que por muy oscura que sea la muerte, tiene una parte positiva y solo podremos desatar nuestro alma de ella si hemos amado en nuestra vida. ¿y por qué se refiere así a la muerte? ¿será por el amor? No pierdas de vista el tema...

El segundo cuarteto tiene al amor como protagonista. Empieza con una oposición a lo natural "mas no" de la ribera: es una referencia mitológica a la Laguna Estigia, lugar por el cual tenían que cruzar todas las almas para alcanzar la eterna inmortalidad. En los siguientes versos de este cuarteto encontramos una excesiva cantidad de recursos, por una parte una antítesis entre "ardía" y "fría" y entre "llama" y "agua"; la llama se encuentra de una forma personificada "nadar sabe" y "perder el respeto"; y por último varias metáforas "mi llama" o la vida del enamorado, "agua fría" o la vida, y "ley severa" o antinatural, muerte. Con esta serie de recursos lo que Quevedo nos quiere expresar es de una forma hiperbólica y con el tópico "ignis amoris", la fuerza del amor, que es una llama tan caliente e intensa que incluso supera al agua más fría (la vida sin remedio) y cómo no, a la muerte.

Los dos tercetos son ya la obra de arte del poema, se encuentran encadenados de forma que cada primer, segundo y tercer verso continuan en los de la siguiente estrofa. EL autor hace uso de dos gradaciones, la primera es ascendente "alma-venas-médula" ya que con el amor se ha llegado a lo más profundo y débil del cuerpo humano que es la médula. La otra gradación es descendente "cuerpo -ceniza -polvo" debido a que la muerte nos consume hasta llegar a ser lo más mínimo y miserable. El alma de "todo un Dios" metáfora de la amada y del amor que se encuentran encarcelados en la vida cuando lleguen a la muerte podrán dejar su cuerpo. Las venas, metáfora de la vida, en la que se ha amado tanto llegarán a ser fuego, "ceniza", metáfora de la muerte. Y por último la médula, lo más profundo de los huesos, se volverán polvo, pero no uno cualquiera, "polvo enamorado".

Quevedo ha tardado todo el poema en mostrarnos el concepto, el "polvo enamorado" el cuál es el sentido de su existencia, pero al acercarse al final vemos como emplea un asíndeton para exaltar la fugacidad de la vida y con ello la rapidez con la que llegará esa muerte que tanto anuncia. El amor es su única esperanza y aunque no lo nombra hasta llegar al final, a lo largo de la obra crea un campo semántico con el que hacernos saber de este "llama", "arder", "ceniza", "fuego"...

1 comentario:

  1. Muy buen trabajo, bien pensado, bien desarrollado, bien redactado... Bien trabajado. Ahora sí. Enhorabuena. (10)

    ResponderEliminar