En cuanto a la personificación del discurso
el autor emplea de forma general la
primera persona del plural; para ello hace uso
de verbos (somos…), pronombres posesivos (nuestro) y por último
pronombre personales (nosotros) con lo que el autor nos incluye en su opinión.
También emplea verbos en primera persona del singular (Desee, quisiera…) con
los que el autor está exponiendo y expresando su opinión. Produciendo así un
efecto generalizador argumentativamente eficaz. Sin embargo en un momento clave
de la argumentación emplea la tercera persona para describir distintas situaciones
relacionadas con la buena construcción de una oración compleja. (la tercera persona indica datos, seguridad, objetividad...)
El autor para
dar más fuerza a sus argumentos emplea diferentes tipos de oraciones, las más
frecuentes en este fragmento son las oraciones dubitativas (Quizá, Diría que...)
de esta forma el autor está creando un ambiente en el que el receptor tiene que
recapacitar y le hace pensar sobre esta situación. También son abundantes en este texto las
afirmaciones y negaciones categóricas (“No necesitan un entrenador”, “Ha
perdido competencia lingüística…”) con las que Juan José Millás no deja ningún
tipo de duda sobre su opinión y sus pensamientos.
A lo largo del
texto el autor para dar más subjetividad a la argumentación emplea una gran
variedad de adjetivos de los que podemos diferenciar varios grupos. Uno de
ellos son los adjetivos superlativos (Más necesaria, más larga) los cuales son
empleados para exagerar cómo debe ser la oración y de esta forma llama la
atención al lector. Aunque son escasos también podemos localizar adjetivos
comparativos (tan esenciales como…) con los que el autor pretende comparar dos
acciones y de esta manera poder entenderlo mejor presentando una situación de la vida
cotidiana. Para finalizar con este amplio grupo podemos distinguir tanto adjetivos
clasificadores (compuesta, sintáctica) los cuales su función básica es la
descripción y adjetivos valorativos (tonta,
esenciales…) que expresan los pensamientos del escritor añadiendo más
subjetividad al texto.
En el segundo párrafo podemos
diferenciar claramente un campo semántico relacionado con el fútbol, lo cual se puede deducir a partir del uso de
los siguientes términos (balón, portería, palo…). A continuación también podemos
encontrar otro campo semántico relacionado con las clases de palabras
(conjunciones, preposiciones, sustantivos…) los cuales nos aclaran y nos
facilita entender el tema del texto. Por último, el autor emplea palabras de carácter
afectivo (huesecillo) con las que pretende establecer un ambiente de confianza
con el receptor.
Para finalizar con el léxico
valorativo podemos encontrar varios verbos volitivos (quiera decir) los cuales
expresan los deseos y emociones del emisor.
Los recursos literarios son un factor
esencial que el autor utiliza para tratar el texto con más subjetividad. Entre
ellos el más significativo es la metáfora, podemos encontrar varias a lo largo
del fragmento (“Ponemos en pie todo un edificio verbal”, “Una oración bien
construida es un cuerpo de huesecillos”)
con las que el autor pretende explicar su opinión que ya había
mencionado anteriormente de otra manera a la misma vez que capta la atención
del lector. También utiliza anáforas (“Puntapiés”) de manera que si el autor insiste
sobre un determinado tema puede llegar a convencer al lector.
Para finalizar este comentario, en este texto
no encontramos un uso especial de los signos de puntuación que expresen el
punto de vista del emisor.
Un trabajo correcto que se puede mejorar. Te mandaré una posible solución para que compares, mejores y corrijas este trabajo. Pero lo vas trabajando bien, como siempre. (8)
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